El fenómeno de El Niño no solo puso a prueba el sistema energético en Colombia, también ha medido la capacidad del gobierno del presidente Juan Manuel Santos para elegir, en menos de dos años de administración del segundo mandato, el cuarto ministro de Minas y Energía. Germán Arce, el elegido, tendrá como misión devolver la confiabilidad al país, que estuvo en amenaza de un racionamiento por factores como baja hidrología, la limitación de la oferta de gas, altos costos de combustibles y una regulación cuestionada.
En el nombramiento ministerial, Santos trazó las líneas de esa política anunciando que habrá un aumento en
el porcentaje de la energía que proviene de las fuentes alternativas y renovables.
Además la revisión y garantía que el esquema financiero y de oferta lleve a una adecuada provisión de energía y de gas, sumado al plan de expansión de transmisión a por lo menos 170 mil familias en nuevas zonas del país.
Con el regreso de las lluvias, el aumento del nivel de los embalses, la generación térmica, la interconexión con Ecuador y la cuota que puso el país para ahorrar y darle eficiencia a la energía, el Gobierno descartó los racionamientos.
Pasada la amenaza de apagones, actores del sector admitieron a +NEGOCIOS (+n) que ahora hay una etapa de lecciones y ajustes. El panorama del sistema eléctrico depende de que se tomen decisiones de regulación
que tienen más de un año de atraso.
“Mientras no se emita la normatividad necesaria por parte del Gobierno Nacional y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), el panorama del sistema eléctrico no es claro”, afirma el presidente de la Cámara Colombina de Energía, Andrés Taboada.